Que un niño empiece a dibujar antes o después no tiene especial importancia, al igual que empiece a hablar unos meses mas tarde o no que otro niño. Si damos oportunidades y facilitamos material adecuado, el niño comenzará a garabatear. Nuestra reacción debe ser natural y comprensiva. A partir de entonces, quien dirige la situación debe ser el niño. Si encuentra estímulo en su propio trabajo y se muestra satisfecho, no debemos forzarlos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario