2.1. Libros de colorear siluetas, recortes, modelos, ...

Las libretas y fichas para colorear siluetas son muy comunes y accesibles a los niños, pero su efecto es de lo más devastador en los niños.

Cuando un niño se ve obligado a rellenar la silueta de una perro, por ejemplo, le impedimos enfrentarse a sus propias relaciones. Sus relaciones con un perro pueden ser de cariño, odio, miedo, amistad, ..., que no dejamos expresar en los libros de colorear. El perro de Pedrito será el mismo que el perro de Maria o de Juan, mediante estas actividades no satisfacemos las diferencias individuales.


Aun así, a los niños les gusta rellenar siluetas, igual que les gusta las chucherías o los dulces, sin embargo no todo lo que les gusta es bueno. Cuando Pedrito rellena el perro, al tiempo se da cuenta que no puede dibujar otro que se le parezca. Cuando más tarde se le pida que dibuje algo, recordará las siluetas de colorear y comprendiendo que no puede competir con aquellos dibujos, contestará: ''Yo no puedo dibujar''.

Un niño que se ha acostumbrado a las siluetas para rellenar pierde su capacidad creadora, su capacidad de usar la imaginación, su expresión se vuelve rígida. Pierde la capacidad de disfrutar creando libremente sus propias figuras, pierde la confianza en sus propias capacidades.

Algunos maestros dicen que mediante el uso de estos libros el niño aprende a disciplinarse y mantenerse dentro de un contorno. Pero esto es falso, pues está comprobado que si Pedrito dibuja SU perro o recorta sus figuras, entonces tiene mayores motivos para mantenerse dentro de sus propios contornos pues es un perro con el que ha establecido una relación, mientras que el perro del libro de colorear le es ajeno y a veces no comprende.


El deseo de un niño por perfeccionarse y alcanzar mayor destreza, nace de su propio deseo de expresarse y no del ejercicio de una disciplina impuesta.



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