5.1. Actitud de los adultos.

Es importante que durante esta etapa los padres y educadores respeten el ritmo del niño en la construcción de sus figuras. Es un descubrimiento que debe realizar el niño de forma activa, nosotros no lo podemos hacer por él. Si forzásemos este desarrollo, le estaríamos situando ante situaciones que no es capaz de asimilar.

En esta etapa el niño está centrado en sí mismo, en su ''yo'', en lo ''mío''; y esto se refleja en sus dibujos de la siguiente forma:
  • Dibuja de forma dispersa: como antes se ha dicho, coloca sus figuras de forma dispersa. Generalmente coloca la figura humana en el centro y el resto alrededor, no vincula las figuras entre sí.

  • Es inútil pedir al niño que dibuje un paisaje con lejanas montañas y casas, o algo semejante.
  • No respeta las proporciones o el tamaño: Que el niño se dibuje a sí mismo abrazando a su muñeco con unos enormes brazos y manos, no significa que se ha equivocado en el tamaño, sino que en ese momento sólo es importante su preciado muñeco y lo mucho que le quiere. El niño pinta como siente, no como ve. Las emociones son más importantes para él que el tamaño real de las cosas.

  • Es inadecuado por tanto, corregir al niño enseñándole como debe pintar correctamente el tamaño de las cosas.
  • El color no se corresponde con lo real: El niño establece también una relación emocional con el color, no establece una relación objetiva. Así por ejemplo, dibuja un cielo amarillo o una cara azul porque le gusta el impacto visual que causa, o porque en ese momento le apetecía usar el color azul. Para él todavía no es tan importante el color, está ocupado en otras cosas: el trazo de la cara o dónde debe colocar el cielo.

  • Por el mismo razonamiento, no haríamos bien en corregir el color de los dibujos, diciendo:

    Papá -- Eva, el cielo no es amarillo ¿Es que no puedes ver que el cielo es azul?

Y el principal argumento para respetar el ritmo del niño y no corregirlo es que así le damos la oportunidad para que él mismo descubra el espacio, el tamaño y el color. Si le damos las cosas con ''cucharilla'', impediremos que goce descubriendo el mundo; lo convertiremos en una persona dependiente de los demás, con inseguridades para poder crear algo.

Pero si podemos ayudarlo a establecer una relación más rica y sensible consigo mismo y con lo que les rodea; relaciones que expresará en sus dibujos cuando las halla asimilado. Los siguientes temas serían adecuados para motivarlo, por ejemplo:

  • Mamá y yo
  • Yo como
  • Yo corro
  • Mi amigo y yo
  • Mi familia y yo
  • Voy con mi amigo a la piscina, ...
Véase además los apartados anteriores \ref{subsec: es bueno ayudar} y \ref{subsec:proporciones} y \ref{subsec: no puedo dibujar}.

Así, si un día llueve o hace tormenta, podemos asomarnos a ventana con Eva y comentar como es el cielo; también podemos subir a un mirador y contemplar con ella una puesta de sol; o podemos fijarnos en la forma caprichosa y movimiento de las nubes. Después de estas observaciones, seguramente que Eva sentirá un mayor deseo de pintar un cielo distinto.

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