Afirmación del esquematismo: Conforme Paloma crece, tiene mayor conciencia de sí misma y de su entorno. Sus dibujos también reflejan estas relaciones cada vez más ricas con las cosas. Pero entre los 7 y los 9 años, llega un momento en que los dibujos de Paloma ya no reflejan cambios. Paloma siente ahora la necesidad de demostrase a así misma que las figuras que dibuja (personas, el sol, árboles, nubes, casas, pájaros, la hierba, flores, montañas, ...) no le salen por casualidad. La forma de asegurarse que ella es capaz de dibujar estas figuras es mediante la repetición. Así, siempre dibujará los árboles, las casas, las personas, ..., de la misma forma. Estas figuras son particulares de Paloma y diferirán de otro niño. Solamente cuando Paloma quiera expresar algún detalle o matiz especial, introducirá modificaciones a sus dibujos. Si por ejemplo quiere dibujar un hombre grande, entonces dibujará dos piernas largas; otro niño quizás optará por ensanchar la cabeza, o hará un cuerpo más grande. Es bueno decir que no debemos ''corregir'' a nuestra conveniencia estos cambios personales, que son tan importantes para cada niño.
Según esté afianzada la imaginación, sensibilidad y flexibilidad de Paloma por sus experiencias y motivaciones, así serán de ricos o pobres sus dibujos. Por ello no conviene anticipar esta etapa en los niños y debemos permitir que sigan su ritmo y descubrimientos, ayudándolos en cualquier caso, ampliando su sensibilidad mediante el diálogo, por ejemplo.
Según esté afianzada la imaginación, sensibilidad y flexibilidad de Paloma por sus experiencias y motivaciones, así serán de ricos o pobres sus dibujos. Por ello no conviene anticipar esta etapa en los niños y debemos permitir que sigan su ritmo y descubrimientos, ayudándolos en cualquier caso, ampliando su sensibilidad mediante el diálogo, por ejemplo.
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