6.1. ¿De qué forma dibujan y porqué?

Sigue dibujando sin respetar las proporciones o tamaño: Aunque en esta etapa el niño descubre y asimila que forma parte de lo que le rodea, su experiencia todavía está centrada de forma importante en sus sensaciones corporales, en lo que le rodea a él directamente.


Y una forma de señalar estas relación emocional tan estrecha es exagerando el tamaño de las cosas y ciertas partes de su cuerpo. Seguramente Paloma se dibujará con una gran mano que sostiene una flor enorme que regala a su abuela. Como Paloma no está interesada en cómo quedará su dibujo, no le importa en absoluto si el tamaño de sus manos se corresponde o no con la realidad, para ella lo importante es manifestar lo que quiere a su abuela. El tamaño de su mano es el correcto, pues así entiende que es la mejor forma de decir que quiere a su abuela.

No es conveniente perturbar esa emoción tan sincera, corrigiendo las proporciones de sus dibujos, pues para ella no tendría sentido.


Dibuja todo sobre una línea o el borde del papel: esta es la forma de expresar que su relación con lo que le rodea es más estrecha. Establece vínculos entre las figuras que dibuja sea con la línea de base, sea dibujando próximas las figuras que tienen relación entre sí.

Antes situaba las figuras de forma dispersa: ''Allí hay un niño, allá una casa, un perro, flores, ...''. Ahora piensa: ''estamos en la calle, yo estoy en la calle, el árbol está en la calle, todos estamos en la calle'' y en consecuencia dibuja una escena.

Es importantísismo en su desarrollo el descubrimiento de este vínculo con el medio, con el ambiente; es la misma habilidad para poder vincular las palabras y las letras en la lectura y la escritura. Saberse parte de un entorno es la preparación para la cooperación con otras personas, para situarse en el lugar de los demás.

Sensibilizar al niño respecto al entorno no quiere decir que se lo debamos mostrar explícitamente:

Papá -- Paloma, tu y yo estamos sobre el suelo, el árbol está sobre el suelo, todos estamos en el suelo. ¿Lo entiendes?

Podemos en cambio darle la responsabilidad de elegir el lugar donde plantará un tiesto en el jardín, o darle la posibilidad de que nos muestre un camino para llegar al cole, o un lugar para hacer un pic-nic, ...

O podemos revivir una experiencia para que ayude a vincularse con el medio y a organizar sus dibujos:
Papá -- ¿Recuerdas cuando estuvimos en el parque?. ¿En que columpio te subiste primero?. ¿Y después?. ¿Y cual siguió después?.


Siempre pinta un cielo y un sol en la parte superior del papel: Completando lo anterior, Paloma percibe que ella está sobre el suelo, que encima está el cielo y el sol y en medio está el aire. Es una conclusión con mucha lógica que reflejará en sus dibujos. Pero Paloma todavía sigue pensando en relación a su persona: lo que tiene ''debajo de ella'' (suelo), lo que tiene ''encima de ella'' (cielo) y lo que tiene ''alrededor de ella'' (aire). Todavía no ha descubierto que el cielo se une con la tierra en el horizonte. No piensa todavía en términos de realidad visual.

Igualmente, el sol pertenece al cielo de la misma forma que los ojos a la cabeza. Para dibujar una tormenta, tapará con las nubes el sol que habrá pintado previamente.


Visión de ''rayos X'': Puesto que a Paloma no le importa cómo es la realidad visualmente o en apariencia, sino cómo es la realidad según la siente ella o la vive; entonces es totalmente libre de poder mezclar lo exterior con lo interior. Como el colegio es importante para ella, dibujará a la vez el patio, la entrada, la calle y las escaleras, la clase, los pupitres y pasillo.


Si ha sido consciente después de un esfuerzo lo mucho que le late el corazón, posiblemente se dibujará con un corazón en el pecho en otra ocasión.


Dibuja todas las paredes de la casa, chimeneas inclinadas,...: Paloma, a la hora de dibujar por ejemplo una simple casa, revivirá en su imaginación la posibilidad de rodearla, y conforme la rodea va dibujando la fachada que tiene ante los ojos de su imaginación; será capaz así de dibujar todas las paredes de la casa.


O si por ejemplo quiere dibujar la calle, entonces dibujará casas sobre una línea que representa la acera, luego dará la vuelta al papel o girará ella sobre la mesa y pintará ''boca arriba'' otra acera con sus correspondientes casas; lo que quede en medio de las dos aceras será la calle.

Vemos que en esta etapa es más importante para Paloma la sensación de movimiento que la corrección visual de sus dibujos.


Si Paloma dibuja una montaña, cuando la dibuja revive en su imaginación su inclinación y el esfuerzo de subirla y bajarla. Esta sensación puede más que el ángulo correcto que deben tener los árboles sobre la montaña o la chimenea sobre le tejado. Es el suelo quien se inclina en las montañas y esa inclinación arrastra el ángulo que normalmente tienen los árboles.


Usa un color para cada cosa: En esta etapa el niño va siendo consciente de la relación que tienen los objetos con su color. Así por ejemplo, dibujará la hierba de color verde. Y fiel a este descubrimiento siempre pintará así la hierba, incluso en verano cuando está seca. Más adelante, cuando haya establecido unas relaciones más sensibles con su entorno, podrá introducir
matices al color de la hierba.

Por esta razón es raro que en esta etapa el niño mezcle los colores.

Una buena atención hacia el color por lo padres, influirá en la sensibilidad de los hijos. Otra vez, se señala que no es bueno corregir el color que deben pintar los niños, sino sensibilizarlos hacia el color:
Mamá -- Paloma, ¿Recuerdas cuando hicimos la mayonesa? ¿De qué color era? ¿Y que pasó cuando la juntamos con un poquito de ketchup? ¿Qué color resultó? ¿Y cuando ya le pusiste un montón de Ketchup?...


Sus dibujos parecen rígidos: Después de todo lo anterior, es normal que den una cierta sensación de rigidez los dibujos de esta etapa. Las figuras normalmente no manifiestan movimiento, son estáticas, ligadas al suelo y no varían mucho pues el niño se satisface en repetirlas.

Por lo común el niño tiende a ocupar todo el papel disponible colocando las diversas figuras que conforman su escena. Aún así hay niños tan ensimismados con lo que hacen que no atienden al resto del papel, dibujan sólo en una pequeña zona. O bien, hay otros que se sienten inseguros de las figuras que pintan y las sitúan diminutas en una pequeña esquina, sin importar el tamaño del papel de que dispongan. Respecto a los primeros podemos ayudarlos dándoles la oportunidad de que se paren a pensar un poco lo que quieren dibujar:
Papá -- Pablo, has comentado que quieres pintar una gasolinera ¿Dónde la colocarás? También hablaste de un lavadero de coches. ¿Dónde irá? ...
Respecto a los segundos, es muy posible que precise mayor atención y aprecio por sus dibujos. También podríamos trabajar su autoestima.


¿Y si dice que sus dibujos no son ''reales''?: Es inusual que un niño durante esta etapa sienta una necesidad verdadera de que sus dibujos parezcan reales. Un niño así seguramente es por propia iniciativa observador y atento a los detalles de la naturaleza. Un maestro comprensivo podrá orientarle y prestar atención.

Pero generalmente la insatisfacción del niño acerca de la apariencia ''poco real'' de sus dibujos, se debe a la influencia de un adulto que le hizo ver que no dibujaba cosas reales. Por eso el niño pide ayuda para dibujar.

Algunas veces basta con decirle: ''Pablo, eso que dibujas no necesita ser real, hay muchos dibujos y cuadros que no parecen reales''. Recordemos que los artistas no conciben el arte como una forma de reproducción fotográfica, la mayoría lo usa más o menos libremente para plasmar sus emociones, personalidad y punto de vista particular.

Otras veces basta hacerle partícipe de lo que el mismo quiere pintar, que de alguna forma lo reviva en su imaginación:
Mamá -- ¿Qué querías pintar, Eva?

Paloma -- Una casa.

Mamá -- ¿Pero a cuál te refieres? ¿La nuestra o la de la abuela?. ¿La de la abuela, donde estuvimos de vacaciones? ¿Te acuerdas que le ayudamos a arreglar el jardín?. Luego merendábamos y jugábamos en el porche, ¿recuerdas?


¿Y si pinta sin intención ninguna?:
Cuando decimos que un niño pinta sin ''intención'' alguna, no nos estamos refiriendo a que dibuja espontaneamente o no le hemos dado instrucciones o sugerencias para que dibuje algo, o que está experimentando con las pinturas. Queremos decir que la mayoría de las veces pinta al azar, sin propósito; cuando le preguntamos acerca de sus dibujos, responde: ''No sé, estoy dibujando algo...''

Ello puede significar que no es capaz de fijar sus ideas en un tema concreto de sus interés, no siente deseos de expresarse.

Solucionar este problema implica dedicar suficiente tiempo como para despertar en el niño sus intereses, sensibilizarlo con experiencias emotivas y significativa que atraigan su curiosidad, participación o atención. Una vía para reforzar la confianza del niño en este sentido es el relato de cuentos donde intercambiamos impresiones con el niño.

En cualquier caso, no se puede imponer y forzar la hora de las ''actividades artísticas'' pues así conseguiremos su rechazo. Tampoco debemos prolongar estas actividades más allá de lo necesario, los niños no pueden mantener la concentración en una misma actividad por mucho tiempo.

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