Si Marta sabe que no se concentró y no puso ganas en lo que hacía y que el dibujo que hizo tiene poco valor para ella. El elogiárselo sólo serviría para destruir su confianza en la sinceridad y honestidad de sus padres y maestros. Cuando fuese necesario elogiar su trabajo para afirmar la confianza del niño en sí mismo, la niña ya no nos creería.
¿Entonces, cómo podemos evitar elogios en falso?. Si el niño es extrovertido, su entusiasmo y emoción nos indicará que su dibujo debe ser elogiado:
¿Entonces, cómo podemos evitar elogios en falso?. Si el niño es extrovertido, su entusiasmo y emoción nos indicará que su dibujo debe ser elogiado:
- Pedrito -- ¡Mamá, Mamá, ... mira como ladra este perro!
- Mamá -- (observando el dibujo) ¡Es verdad, Pedrito, este perro que has dibujado ladra muy fuerte!.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihzcYbas6e9vwT3KACu1JCb1Zz5iz_ko8wx4oJbNfqE6eMAa66xZXD_HUN74tbMHQtUGw-Syy_jpgi6WeVMam2FQpEgZyrio8FDTRuY2lFZ_mmQqzyLSzY2XdnBkH0JahCTM1MMvSPqmk/s400/campo.jpg)
Si el niño es tímido y reservado podemos preguntarle acerca de algo concreto de lo pintado, si en verdad lo dicho tiene sentido, comentaremos favorablemente su dibujo. Podemos mostrarnos entonces interesados por su dibujo y pedirle más detalle, para desarrollar su sensibilidad y tenga oportunidad para descubrir por sí mismo el mundo:
- Mamá -- Pedrito, ¿Por qué ladra el perro? ¿Está asustado o es que es un perro furioso? ¿A quién ladra?
Pero en ningún caso haremos comentarios de este tipo:
- Mamá -- Pedrito, no has dibujado los dientes del perro. ¿No puedes dibujar los colmillos del perro?.
Y muchísimo menos la Mamá deberá dibujar un perro al niño.
El elogio y el estímulo depende de cada niño. Un niño que cohibido y cerrado que no ha querido dibujar por tiempo, habrá que elogiarlo al menor intento de expresar su experiencias con dibujos. Sin embargo, un niño que dibuja libremente, no necesita muchos elogio, la expresión artística se ha convertido en una actividad normal y forma parte de su personalidad.
El elogio y el estímulo depende de cada niño. Un niño que cohibido y cerrado que no ha querido dibujar por tiempo, habrá que elogiarlo al menor intento de expresar su experiencias con dibujos. Sin embargo, un niño que dibuja libremente, no necesita muchos elogio, la expresión artística se ha convertido en una actividad normal y forma parte de su personalidad.
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